Penis Captivus

 

Penis Captivus

Miembro prisionero suena a una escena de una burda comedia sexy.

Pero las historias de parejas que se quedan atascadas durante la relación sexual han estado con nosotros durante siglos. Hay obras que hablan de esto y datan del siglo XVI, y algunas de ellas hasta pueden ser ciertas. Y a esto se le denomina Penis Captivus. 

Este síndrome del pene atrapado en la vagina tuvo su primera aparición científica documentada hace más de  100 años.

No es Cangrejera, ni Kegel, ni Cocomordan

Es cuando la pareja alcanza al mismo tiempo un orgasmo tan intenso y profundo en donde ambas partes quedan enganchados. Eso sucede porque el pene de tanta excitación se va llenando más de sangre y la mujer contrae los músculos del suelo pélvico. Esto es  tan fuerte que se genera dicha enganche el cual dura entre 6 a 10 segundos posterior al orgasmo.

Existen casos en que este enganche ha durado mucho más tiempo. Ha habido parejas que por causa del Penis Captivus han tenido que ser llevadas hasta el hospital. Claro no hay muchas reseñas de esto porque son casos además de inusuales son penosos para la pareja.

Hay reportes de muchos casos a través de la historia. Como por ejemplo de una mujer en Zimbabue. Esta le estaba realizando una demanda económica a su novio de muchos años por que según ella él le realizó un hechizo. El cual  hizo que ella se quedara pegada a su amante mientras le era infiel con otro hombre lo cual fue humillante para ella.

Es un fenómeno que ocurre en parejas que llegan al mismo tiempo y con ALTO nivel de excitación de ambas partes.

A pesar de que el penis captivus es un fenómeno, se han innovado técnicas para que la pareja lo logre y haga una noche inolvidable.  Para este enganche  se necesita:

1. Bailar alguna canción con el pene dentro de la vagina.

2. Contraer y descontraer los músculos del suelo pélvico de la vagina.

3. Penetrar y retirar el pene de manera progresiva y tensa.

4. Besarse y excitarse mucho.

5. Proceder al acto sexual y dejar fluir los órganos sexuales en similitud de placer, al mismo ritmo del orgasmo mentalmente programado en tiempo por ambos.

6. Elevar la mente a sentir y no a pensar.

Existen personas que han vivido esta experiencia y la describen como indolora y sorpresiva. Aunque es un caso natural por llamarlo de alguna manera pero nada común, es muy molesto.

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